Fábula el perro del hortelano y el buey

Fabula del perro del hortelano y el buey
El perro del hortelano y el buey

Un hortelano daba de comer muy bien a su perro y este a cambio se había convertido en un celoso cuidador de los campos y pertenencias del granjero.

El perro  muy envidioso de todo animal luchaba por el amor de su amo. Dormía dentro de un establo que estaba ocupado por heno.  Cuando el ganado sentía hambre venían a comer el heno de los pesebres, pero el perro no los dejaba con sus gruñidos y ladridos amenazantes.

Cierto día un buey que estaba muy hambriento tras su día de trabajo se acercó al pesebre del establo para rumiar un poco de heno, y como siempre el perro se lo impidió, comenzando a ladrar en tono muy grave.

El buey, enojado al ver que el perro no le dejaba probar bocado, le recrimino, eres un ser vil y perverso, ya que no permites que se coma un poco de algo que a ti no te sirve  y que egoístamente intentas acaparar para nada.

Moraleja de la fábula el perro envidioso y el buey

No debemos tener envidia de los beneficios de nuestro vecino. Lo que no nos sirva de provecho y lo que no nos va a ser de beneficio, debemos dejárselo a otros que si tuvierann necesidades.

Fin de la fábula y refrán del perro del hortelano y el buey

 

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