Las fábulas son cuentos para niños con moraleja o con un refrán final, es decir una pequeña enseñanza para afianzar la educación en valores. Uno de los valores más utilizados y que más gusta a los mayores de enseñar a los niños es la prudencia. Estas fábulas o cuentos enseñarán a los niños el valor de la responsabilidad y a convertirse en personas prudentes.
Que es la prudencia para niños
La prudencia es una de las virtudes más importantes que puede tener un ser humano, entendiendo por virtud la cualidad positiva que ayuda a tomar decisiones para tener una vida mejor para ti y los demás y por ello las fabulas de las prudencia son muy utilizadas como recursos para enseñar a los niños valores importantes. Importante perseverar en la fábulas de la prudencia para ser prudente.
Un ejemplo de prudencia para niños muy claro es que no debemos confiar en quien nos ofrece regalos a cambio de participar en sus malas acciones ya que, con el tiempo, estas malas acciones traen consigo malas consecuencias.
Valor de la prudencia para niños
El valor de la prudencia es fundamental porque el hombre prudente es aquel que reflexiona sobre las consecuencias de sus actos antes de realizarlos. La prudencia es una capacidad que permite a la persona de tomarse su tiempo para juzgar una realidad o para conocer a una persona tal y como es. La prudencia es la sabiduría de reflexionar para tomar decisiones de forma óptima.
Para aprender a ser prudentes hay debemos controlar nuestras emociones, que son las que nos impulsan al error. Los seres humanos somos dados a errar por apresurarnos en nuestros juicios, afirmando cosas que no son claras al buen sentir, pero que estamos impulsados a expresarlas como desahogo de nuestras pasiones.
Fabulas sobre la prudencia para niños
Las fabulas de la prudencia tratan de mostrar esta virtud en las siguientes maneras:
Para ser prudente, hay que dominar los sentimientos y el corazón con el raciocinio, deja los impulsos y piensa las decisiones y no te deje llevar por los impulsos.
La edad también influye en la prudencia, el viejo es más prudente que el joven por el conocimiento y experiencia en situaciones que posee.
Los cuentos nos inducen con a tratar de tener una visión global y no parcial de la situación para hacernos pensar en la importancia de prudencia.
Un hecho muy utilizado por las fabulas son los personajes no prudentes, tanto con las preguntas indistintas como con las acciones impulsivas.
Muchas fabulas nos llevan a adquirir la correcta idea de que vivir con sabiduría conllevar tomar tu tiempo para reflexionar sobre la situación, o sea, que la prudencia la mayoría de las veces no es rápida.
Otro recurso muy utilizado es la voz de un mentor que aconseja con sabiduría motivada por la experiencia para llevarte por el buen camino y que te hagas preguntas a ti mismo para llegar a la verdad de las cosas.
Cuentos sobre la prudencia para niños
En las fabulas sobre la prudencia se enseña a tomar decisiones pertinentes en las diversas circunstancias de la vida. Es el recto conocimiento de lo que se debe obrar. La prudencia tiene su verdadero valor como el detonante de acertar en la buena acción u opción que no nos llevará por el mal camino de la vida o del accidente.
La prudencia es sabiduría en las fabulas
La prudencia se encuentra asociada con la sabiduría, como la comprensión de los eventos adversos que todos podemos padecer. El acto prudente tiene como base las palabras y los hechos acertados que ennoblecen a la persona, donde se aprecia más la sabiduría que la astucia, porque no es tanto la facilidad de las palabras sino la calidad y la sutileza para conseguir el objetivo.
Ejemplo de falta de prudencia en las fabulas
La falta de prudencia hace que emitamos informaciones y comentarios no pedidos, que debían guardarse con suma discreción y que por no seguir normas de solidario entendimiento le damos rienda suelta a nuestros impulsos sin evaluar sus consecuencias, donde no solamente se ve afectada la imagen de quien habla sin precaución ni mesura sino que se hiere el sentimiento de quienes sufren el rigor de una determinada calamidad.
En definitiva, escucha la voz de la prudencia: A veces preferimos vivir al límite y no escuchamos al sentido común ni a la voz de la prudencia. Debemos prestar atención a aquellos que nos advierten y que además tienen pruebas de lo que dicen. Recuerda que siempre será mejor prevenir que curar.
La fábula de prudencia para niños son un cuentos infantil con moraleja, una enseñanza que remarca la importancia de ser prudente para la toma de decisiones e evitar los peligros.