Un ciervo que trataba de escapar de unos cazadores, busco refugio en una cueva que era habitada por un león. Al esconderse en la gruta fue atrapado por el felino.
Al ver su situación, exclamó:
– ¡Que desdichado! Huyendo de los hombres cazadores, fui sorprendido por un animal cazador.
Moraleja de la fábula del ciervo y el león
Al salir de un problema, busca que la salida no sea caer en otro peor.
Fin de la fábula y moraleja del león y el ciervo.
El refrán de esta fábula del león y el ciervo indica hay que tener cuidado al buscar soluciones, pues las decisiones que tomemos para solventar el problema pueden dejarnos incluso en otra situación más peligrosa, como le ocurrio al venado.
Otra fábula que tiene como protagonistas un ciervo y un león es la siguiente:
El león furioso y el ciervo
Estaba un león muy furioso, rugiendo y gritando sin razón alguna ni motivo.
Lo vio un desconfiado ciervo manteniendo la distancia y exclamó:
– ¡Desdichados los animales del bosque, si cuando el león está tranquilo nos es tan insoportable y provoca tanto temor!, ¿ Qué no será capaz de hacer estando nervioso?
Moraleja del cuento del león y el ciervo
Debemos tener ser prudentes con los irascibles porque sin motivo ya dañan y serán más peligrosos ante cualquier inconformidad.
Fin del cuento y refrán del león y ciervo
Una tercera fábula que tiene como protagonistas a un ciervo y un leon.
Cuento del ciervo, el manantial y el león.
Sediento llegó un ciervo a un manantial. Después de beber, vio su imagen reflejada en el agua. Al contemplar su hermosa cornamenta, sintióse orgulloso, pero quedó descontento por sus piernas débiles y finas.
De repente apareció un león que empezo a perseguirle. Salió corriendo y le ganó una gran distancia, pues la fuerza de los ciervos está en la velocidad que alcanzan sus piernas. La fuerza del leon reside en su corazón.
Mientras el terreno fue llano, el ciervo salvó la distancia; pero al entrar en el bosque los cuernos del venado se engancharon a las ramas y, no pudiendo escapar, fue atrapado por el león.
Cuando iba a morir se dijo:
— ¡Tonto de mi! Mis pies, que pensaba que me traicionaban, eran los que me salvaban, y mi cornamenta, en los que ponía toda mi confianza y orgullo, son los que me pierden.
Refrán final cuento del ciervo y el leon
Muchas veces quienes creemos más indiferentes, son quienes nos ayudan en los problemas y mientras que los que nos adulan y tocan las palmas ni siquiera aparecen.
Espero que te haya gustado estas fabulas del venado y el leon
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