Un atún seguido por un delfín, huía a gran velocidad sin poder escapar.
En el momento de ser cazado, la fuerza de su salto le arrojó sin darse cuenta, sobre la orilla. Llevado por el mismo impulso, el delfín también terminó en el mismo sitio. Se volvió el atún y vio al delfín exhalando el último suspiro.
– No me importa morir – dijo -, porque veo morir conmigo al causante de mi muerte.
Moraleja de la fabula del delfín que cazaba a al atún
Las desgracias compartidas con los causantes de ellas nos dan la sensación de ser menores
Fin de la fabula y refrán del delfín que cazaba a al atún
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