Fatigado y viejo el rey león, se quedó enfermo en su guarida, y todos los animales, menos la zorra, se acercaron a visitarlo.
Aprovechando la ocasión el lobo acuso a la zorra de la siguiente manera:
-Ella no tiene por nuestro rey de la selva ningún respeto, y por eso no se ha dignado a saludar o preguntar por su salud.
En ese mismo momento entraba la zorra a la cueva, y había oído todas las falsedades dicha por el lobo. Entonces el rey león, disgustado al verla, le gritó desaprobando la actitud de la zorra. La astuta zorra manteniendo la calma pidió la palabra para justificarse, y dijo:
– Oh mi gran rey león, de entre todas las visitas que aquí tenéis, ¿Quién te ha dado el mejor servicio como el que te he realizado altruistamente, que busqué por todas partes médicos que con su sapiencia y conocimientos mostrarán una cura para tu enfermedad? Y al final dicho remedio lo he encontrado.
– ¿Y cuál es ese remedio?, preguntó el león.
– Debes encontrar a un lobo, sacrificarlo y utilizar su piel como abrigo
En el mismo instante el lobo fue condenado a morir, y la zorra, entre risas exclamó:
– Al que tiene el poder no hay que llevarlo hacia el rencor, sino hacia la benevolencia.
Moraleja de la fábula del león, el lobo y la zorra
Quien tiende trampas a los inocentes, pueden ser los primeros en caer en ellas.
Fin del cuento del león, el lobo y la zorra.
Otra historia acontecida entren el un lobo y un león fue la siguiente:
El lobo orgulloso de su sombra, y el león
Merodeaba cierto día un lobo por una explanada solitaria, a la hora en que el sol se ponía en el horizonte y por tanto el lobo producía una larga sombra. Viendo el lobo su majestuosa sombra bellamente alargada exclamó:
¿Cómo me va a asustar el león rey de los animales con semejante tamaño que tengo? ¡Con treinta metros de largo, bien fácil me será convertirme yo mismo en rey de los animales!
Y mientras soñaba y se vanagloriaba con su orgullo, un poderoso león que estaba al acecho le cayó encima y empezó a devorar al distraído lobo. Entonces el lobo, cambiando de opinión se dijo:
– La presunción y arrogancia es causa de mi desgracia.
Moraleja del cuento del lobo y el león
Nunca valores tus virtudes por la apariencia con que las ven tus ojos, pues fácilmente te engañarás.
Fin de la fábula y refrán del león y el lobo orgulloso de su sombra
Otras historia de lobos y leones
Cuento con moraleja con el lobo y el león como protagosnistas
Un día un lobo, tras cazar un presa la arrastraba a su guarida.
El león que lo observaba desde una roca, saltó sobre ella y se la arrebató.
El lobo enfadado pero temeroso pues sabía con quien se las veía, le dijo en tono dubitativo:
Gran Leon, me arrebatas mi merecida presa
El león, le dijo esta contestación:
Y tu malvado lobo que preguntas, me vas a contar la historia que la recibiste justamente de un buen amigo.
Moraleja del cuento del lobo y el leon
Lo mal conseguido de alguna manera será perdido de igual forma. Es decir, Lo que ha sido mal cobrado, de alguna forma llegará a ser perdido.
Fin del cuento del lobo y el leon
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