Un campesino con dos gallos, compró una perdiz doméstica y la llevo al corral junto con ellos para alimentarla.
Los gallos molestaban y atacaban la perdiz, y está pensando que lo hacían por ser de distinta especie, se sentía humillada.
Pero con los días observo que los gallos siempre luchaban entre ellos, y que cada vez que se separaban, estaban cubiertos de sangre. Entonces se dijo a sí misma:
– Ya no me quejo de que los gallos me maltraten, pues he visto que ni aun entre ellos mismos están en paz.
Moraleja de la fábula de los dos gallos y la perdiz
Si llegas a un grupo donde los miembros no viven en paz, estate seguro que tampoco te dejaran vivir a ti.
Fabulas relacionadas que te gustaran: