Un soldado, durante una guerra, alimentaba fuertemente a su caballo con cereales, pues le salvaba de los riesgos. Al acabar la guerra, el caballo fue usado en trabajos agrícolas y para transportar pesadas cargas, solo recibiendo como alimento paja.
Al empezar una nueva guerra, el dueño del caballo lo vistió, se armó el mismo y lo montó. Pero el caballo cansado y débil, se caía a cada momento.
El caballo dijo a su amo: – Vete mejor entre los infantes de a pie, puesto que de mal alimentarme me has convertido en asno.
Moraleja de la fábula el caballo de guerra
En tiempos de bonanza, es cuando debemos prepararnos para las épocas críticas.
Fin de la fábula de guerra
Otra fábula de caballos:
Fábula el viejo caballo
Un viejo y cansado caballo de carreras fue vendido para darle vueltas a la piedra de un molino. Al verse amarrado a la piedra, exclamó sollozando:
– ¡Después de las vueltas de las carreras, he aquí a que vueltas me he reducido!
Moraleja de la fábula el caballo viejo
No presumas demasiado en la fortaleza de la juventud y los buenos momentos, que para muchos, la vejez es un trabajo muy penoso y a todos le llega los no tan buenos momentos.
Fin del cuento y refrán del viejo caballo
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