
Una lámpara empapada y borracha de aceite lanzaba una luz poderosa, presumiendo de ser más brillante que el sol y la luna. Pero en ese momento sopló una brisa que apagó el candil súbitamente.
Alguien volvió a encenderla y le dijo:
Alumbra e Ilumina, lámpara, pero mejor callada: el resplandor de los astros nunca se apaga tan fácilmente como el tuyo.
Moraleja de la fábula y refrán de la lámpara con moraleja
Nunca presumamos de aquello que no nos pertenece.
Fin de la fábula y refrán de la lámpara con moraleja
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