
Un cabrero que cuidaba a las cabras de un importante pastor las llamo para llevarlas al establo.
La más inquieta, al pasar por un verde pasto, se detuvo comer y el cabrero le lanzó una piedra, con tan mala suerte, que impacto sobre un cuerno y lo rompió.
Entonces el cabrero le suplicó a la cabra que no se lo dijera al patrón, a lo que la cabra contestó:
– ¡Yo podría quedarme callada, mas no resultaría! ¡Bien claro está a los ojos de todos que mi cuerno esta roto!
Moraleja de la fábula de la cabra y el cabrero
Nunca niegues lo que bien se aprecia y confirmado está.
Fin de la fábula y refrán de la cabra sin cuerno
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