Fabula del lobo y el perro dormido
Un perro descansaba plácidamente a la puerta de una choza, cuando un lobo se abalanzó sobre él con el fin de devorarlo. El perro al percatarse pidió que no lo matara:
El perro expuso al lobo – mira lo delgado que estoy, dentro de unos días mi amo se casará y tendré oportunidad de comer en abundancia, engordar y ser mejor presa.
El lobo pensó que era una muy buena idea y siguió su camino. Al tiempo el lobo volvió y encontró al perro acostado en un lugar elevado de la casa.
El lobo se dirigió al perro para que bajara y respetara la promesa que le hizo. El perro le contestó:
Lobo, la próxima vez que me veas dormir a la puerta de la choza, no esperes a que engorde porque yo ahora no pienso bajar de aquí.
Moraleja de la fábula del lobo y el perro
Si algo te pone en peligro y logras salvarte, no repitas tal acción.
Fin de la fábula y refrán del el lobo y el perro.
Fábula de la guerra entre perros y lobos
Los perros eligieron como su general a un viejo perro griego que no parecía tener prisa en iniciar la batalla, lo cual no gusto al ejército de los perros.
Ante tal actitud el perro general contesto, antes de actuar siempre es bueno pensar y planear, hay que tener paciencia.
Amigos perros, nuestros enemigos los lobos son todos iguales, una misma raza, talla y color, pero nosotros el ejercito de perros somos de costumbres muy diferentes, y procedemos de diversas regiones de las cuales cada uno está orgulloso.
Siguió hablando el general de los perros . – Nosotros no los perros no somos como ellos, tenemos rubios, negros, blancos, cenicientos y diferentes de tallas. ¿Cómo voy a empezar una guerra con soldados tan desiguales? Primero debo idear cómo igualar las diferencias de mi gente y aprovecharlas.
Moraleja de la fábula de la guerra entre perros y lobos
Cuando más equilibrada sea la unidad de voluntad y de pensamiento entre los miembros de un grupo, mayor garantía de éxito habrá.
Fin de la fábula con refrán y moraleja de los perros y los lobos.
Tras un tiempo de guerra se dio otra historia:
Fábula de Los lobos y los perros reconciliándose
En esta ocasión los lobos dijeron a los perros:
Hermanos perros, siendo tan parecidos entre nosotros, ¿por qué no nos entendemos como lo que somos, hermanos, y no tenemos más disputas? Lo único que nos diferencia es el modo de vivir.
Continuaron los lobos:
Nosotros como animales salvajes vivimos en libertar; en cambio vosotros los perros sois sumisos y sometidos en todo a los hombres. Los perros aguantáis sus golpes, lleváis sus collares y les ayudáis a guardar los rebaños.
Cuando los amos de los perros comen dan las sobras a sus su peros, y nos preguntamos por qué no ofrecen sus rebaños al mejor amigo del hombre. Nosotros los lobos compartiríamos los rebaños con los perros y luego os defenderíamos de los humanos.
Los perros pensaron sobre las palabras de los lobos y aceptaron la propuesta, traicionando a los amos.
Los lobos al entrar en los corrales del ganado, lo primero que hicieron fue aniquilar a todos los perros que los dejaron pasar.
Moraleja de la reconciliación de los lobos y los perros
Nunca atraiciones a quien confía en ti, por cantos y palabras que suenan mejor.
Fin de la fábula y refrán de los lobos y los perros en su reconciliación
Fabula del perro con dueño y el lobo
Un lobo vagaba por el campo cuando encontró a un fuerte perro atado a un arbol por una correa con collar. Y vio que el perro no tenía posibilidad alguna de escapar, aunque tenía un buen aspecto, y le pudo la curiosidad preguntándole el lobo al perro.
-¿Quién te ha atado y dado de comer en tal forma?
– Mi buen amo, el cazador — contesto el perro.
– ¡Vaya destino! Prefiero pasar hambre que tener que soportar tan pesado collar por el alimento.
Moraleja de la fábula del lobo y el perro
Vale más el duro trabajo en libertad, que el placer en esclavitud.
Fin del cuento del perro y el lobo
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