Un cuervo que había caído en un cepo preparado por un cazador, prometió al dios Apolo que le quemaría incienso y llevaría ofrendas a su templo si lo salvaba.
Pero una vez liberado del cepo se olvido de quien le ayudo a salir de la trampa y así que no atendió su promesa.
Capturado nuevamente el cuervo en otro cepo, dejó a Apolo para acudir esta vez a Hermes, prometiéndole también muchas ofrendas si lo liberaba.
Mas el dios Hermes esta vez se negó pues conocía la forma de actuar del cuervo, ya que se lo había mencionado su hermano Apolo
Moraleja de la fábula el cuervo y Hermes
Si por nuestra manera de actuar faltamos a nuestra primera promesa, no tendremos más oportunidades para que confién una segunda.
Fin de la fábula el cuervo y Hermes
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