De un panal se derramó su deliciosa miel, y gran cantidad de moscas acudieron golosas a devorarla. Y era tan dulce que no podían dejarla. Pero sus patas se fueron prendiendo en la miel y no pudieron alzar el vuelo de nuevo. Ya a punto de ahogarse en su tesoro, exclamaron:
¡Moriremos, desgraciadas nosotras, por quererlo tomar
todo en un instante de placer!
Moraleja de las fábula de las moscas golosas
Toma las satisfacciones con tranquilidad, poco a poco, no vayan a convertirse en un problema.
Fin de la fábula y refrán de las moscas golosas
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